dimecres, 17 de novembre del 2010

Portugal-España


Esta noche se juega en el Estádio da Luz un encuentro amistoso entre las selecciones de Portugal y España, que pretende dar impulso a la iniciativa conjunta para celebrar en 2018 la Copa Mundial de Fútbol, a la que optan bajo la denominacion de Candidatura Ibérica.

divendres, 12 de novembre del 2010

Sinibald de Mas

Introduzco aquí a una de las grandes figuras del Iberismo: Sinibald de Mas i Sans (1809-1868). Sinólogo, pintor, calígrafo, escritor, embajador, aventurero e intelectual iberista español, y unos de los pioneros de la fotografía.

Discípulo de Pablo Alabern en Barcelona, presentó a las Cortes en 1821 unas pruebas prácticas de caligrafía. Estudió idiomas, de los que llegó a conocer unos veinte, así como física. Tradujo la Eneida de Virgílio en hexámetros castellanos. Fue un buen pintor; se conservan sus retratos de Manuel de Cabanyes y de Joaquim Roca i Cornet, realizados hacia 1830. En 1831 publicó en Barcelona Veinticuatro poemas líricos y Aristodemo, una tragedia en verso en la que intentó ejercer un interesante y peculiar sistema de métrica, que describió en su ensayo Sistema musical de la lengua castellana (Barcelona, 1832). También inventó un idioma universal. Protegido por Remisa, colaboró en El Vapor hasta mediados de 1834. Recomendado por Félix Torres Amat obtuvo la protección de Cea Bermúdez, Francisco Martínez de la Rosa y Javier de Burgos para que se le nombrara traductor encargado de viajar por el Oriente con comisión de recoger noticias y documentos literarios y estadísticos, de política, comercio y de todo género que pudieran importar a los intereses y glorias nacionales.

Su aventura viajera, iniciada en 1834, le llevó de Marsella a Constantinopla, donde contrajo amistad con el ilustrado orientalista López de Córdoba, y hasta 1838 en que llegó a Calcuta, pasó por el Líbano, Palestina, Egipto, Arabia y Persia. En Bengala hizo algunos de los primeros darregotipos conocidos de la región. Como su paga tardaba en venir, se instaló en Manila, viviendo de su habilidad como retratista y de la caridad del padre Manuel Bueno, que le tuvo hospedado en su celda cinco meses. A su vuelta a Madrid en 1842 publicó Informe sobre el estado de las islas Filipinas, primero en edición confidencial de 1842 y luego en pública, en 1843; como defendía la independencia del archipiélago, él mismo censuró la parte que no le gustó al gobierno. Establecido en Macao en 1844, publicó L'Ideographie, 1844, y en Manila su Pot-pourri literario (1845), dedicado a Torres Amat. Colaboró en El Renacimiento de Madrid (1847). En ese mismo año fue designado como primer embajador español en China; había llegado a ella por vez primera cuando tenía 34 años. Obtuvo la representación y sede diplomática en Pekín cuando sólo Francia, Gran Bretaña y EE. UU. habían conseguido la acreditación del emperador manchú, muy reacio a la penetración occidental, y su amigo José de Aguilar, quien llegaría a ser también un gran sinólogo, obtuvo el consulado de Hong Kong en 1848 con residencia en Macao.

Vuelto a Madrid en 1851, entre sus obras de ensayo político destaca, al calor del movimiento pro "Unión Ibérica", La Iberia. Memoria sobre la conveniencia de la unión pacífica y legal de Portugal y España. Esta obra fue publicada por primera vez en Lisboa en 1851; Latino Coelho la tradujo al portugués en 1852. Fue muy reimpresa tanto en esta misma ciudad como en Madrid. La obra intentaba, según Rocamora, demostrar "las ventajas políticas, económicas y sociales de la unión de las dos monarquías peninsulares en una sola nación". Se la puede considerar como manifestación de los intereses económicos de la burguesía peninsular, que, en competencia con Francia e Inglaterra, quería ampliar su mercado. El escudo de la nueva nación era el de España y Portugal unidos, y la bandera constaba de cuatro colores: blanco, azul, rojo y amarillo. En 1853 se reimprimió en Madrid al mismo tiempo que sus Obras literarias. Fue condecorado con la Orden de Carlos III.

De Mas escribió también L'Angleterre, la Chine et l'Inde, París, 1857, y La Chine et les puissances chrétiennes, París, 1861, libros muy documentados que recomiendan aumentar el comercio y dividir China para su mejor explotación comercial por los países europeos. Volviendo a su afición por la caligrafía, publicó en París Cartilla, 1858 y, en colaboración con Jerónimo Canals, Arte de escribir en letra española, 1860; con W. Norriat escribió Arte de escribir letra inglesa, 1860. Manuel Ovilo y Otero escribe también que es autor de Colección de despachos diplomáticos. Son sus comunicaciones dirigidas al gobierno. La primera versa sobre Grecia; otra sobre Suez; otra de Moka; otra de Calcuta. También de una Noticia estadística y mercantil de Shanghay, de Ningpó, de Intérprete del viajero en Oriente, de Estado de las islas Filipinas, 1845 y de Memoria sobre las rentas públicas de Filipinas y los medios de aumentarlas.

dimecres, 10 de novembre del 2010

Presentación de la Ley del occitano

Ayer tuvo lugar en la sede del Institut d'Estudis Catalans la presentación de la "Ley del occitano, aranés en Arán", aprobada el 22 de septiembre de 2010.

En el acto, además del presidente de l'IEC, el sociólogo Salvador Giner, y Enric Garriga Trullols, presidente del CAOC (Centre d'Agermanament Occitano-Català), intervinieron algunos ponentes de la ley (las diputadas Carme Vidal -CDC- y Maria Àngels Cabasés -ERC-, y el diputado Francesc Pané -ICV), el Síndic del Conselh Generau d'Aran, Paco Boya, y Josep-Lluís Carod-Rovira, vicepresidente de la Generalitat de Catalunya.

Esta ley supone un avance sustancial en el reconocimiento de la identidad aranesa y occitana, y su autogobierno, ya que la Vall d'Aran se convierte así en el primer y único territorio de Occitania donde la lengua occitana, llamada aquí aranés, consigue la oficialidad. Se coloca así Arán en la centralidad de la comunidad occitana, y supone un ejemplo, un referente y una esperanza para el resto de territorios. El territorio más pequeño de Occitania, y con el menor número de hablantes, ha dado el paso más importante en favor de su lengua y cultura. Además, potencia los lazos y el compromiso entre Catalunya y Occitania, en contacto desde la época medieval y que hoy día, en el contexto europeo, se traducen en intereses económicos y culturales de gran importancia.

Se fortalece el idioma y se le dota de los mecanismos necesarios, no solo para su supervivencia, sino para su recuperación. Se crean instrumentos como una plataforma audiovisual de televisión por Internet, Hèm TV, o el Institut d'Estudis Aranesi, que velará por la lengua, cultura e identidad aranesas, así como garantizar la unidad de la lengua occitana; pero lo más importante es la prioridad que se le da a la educación.

Supone un gran paso al frente, puesto que, con unos 6.000 hablantes, la oficialidad no se circunscribe sólo a la Vall d'Aran, sino que incluye toda Catalunya, pasando así a ser la tercera lengua oficial en todo el territorio, garantizandose así el respeto por todas ellas.

Catalunya se convierte así en el único territorio de la UE, junto con Luxemburgo, que tiene tres lenguas como oficiales; es una lección de respeto, implicación, sensibilidad y valentía, una actitud muy diferente a la de otros territorios, donde no sólo una única lengua puede gozar de respeto y oficialidad, sino que se intenta minorizar a las demás.

Como dijo Francesc Pané, no pasaría nada si desaparece una mariposa, quedan muchas otras mariposas; ni si desaparecen todas las mariposas, aún habrían muchos otros animales; pero un mundo sin mariposas nos haría mucho más pobres a todos. Una lengua es una manera de explicar el mundo, una cosmovisión, un alma. Que cada semana mueran dos lenguas en el mundo, nos empobrece...


dimarts, 9 de novembre del 2010

El Iberismo

Los pueblos ibéricos han caminado juntos desde siempre, con una historia a veces en común, a veces en paralelo.
Desde la romana Hispania, pasando por el reino visigodo o la presencia árabe, la unidad fue una constante. Con la Reconquista esta unidad se fragmenta, y cada pueblo discurre autónomamente; a pesar de ello, la visión de la unidad ibérica siempre estuvo presente, y prueba de ello es la política de alianzas matrimoniales. Con Felipe de Habsburgo esta unidad se materializa, reuniendo bajo una misma corona las Españas y Portugal. Pero en 1640, por diferentes motivos, se vuelven a separar sus destinos.

Y llegamos al siglo XIX, cuando surge el Iberismo como tal; un movimiento que buscaba emular los éxitos de la Unificación alemana o el Risorgimento italiano. Desde las Cortes de Cádiz (las cortes constituyentes españolas durante la invasión napoleónica), se intentó una alianza liberal con Portugal, uniendo fuerzas para luchar contra el absolutismo y el Antiguo Régimen. Y en la segunda mitad del siglo, este iberismo adquiere un carácter progresista, federal y republicano.

Con el Ultimátum Británico de 1890 contra el colonialismo portugués, o con el llamado Desastre de 1898, y la pérdida de las últimas colonias españolas, surgen nuevas voces que claman por la unión ibérica, sobre todo desde el nacionalismo periférico, para reconducir la deriva peninsular. A estas voces se une, por ejemplo, la de Miguel de Unamuno o Teófilo Braga.

Y así nos encontramos que, incluso la Constitución de la II República Española reconocía la doble nacionalidad hispano-portuguesa. O que Francesc Macià proclamó "l'Estat Català integrat en la federació de Repúbliques Ibèriques". Después vinieron dictaduras fascistas a un lado y otro, y por fin la democracia, aunque en el caso portugués, de manera mucho más digna. Y en 1986 se incorporan ambos estados en el proyecto europeo.

En este nuevo escenario es donde más sentido tiene completar este sueño llamado Iberia. Crear un proyecto fuerte dentro de Europa, capaz de jugar un papel en la comunidad internacional, plenamente democrático y federal, que resuelva por fin las dinámicas centrípetas y centrífugas, donde se respeten nuestras lenguas, culturas, historia e identidades; en definitiva, donde todos estemos a gusto.

«No serán las voluntades de los hombres sino las leyes de la Historia las que alterarán la actual estructura de la Península Ibérica. La mejor forma de producirse esa evolución será dentro de una Europa unida».

Agustí Calvet, Gaziel. (1887-1964)